No tienes idea, ni aliento.
Caminas por senderos antes conocidos
y ha cambiado el camino.
Parece mejorar el panorama.
Ya no es tétrico ni sinuoso;
Hasta es significativo.
Parece positivo como la luz.
Las ganas de derrumbarte
se desvanecen
Tu alma recobra la energía.
Y reflejas un nuevo ánimo vivaz.
No es aparente felicidad,
ni sensación de autodestrucción,
ni requerir droga del saber y el sufrir.
Pero es tu sendero,
que ya no es tan escabroso como antes querías.
Ya no es la cómoda jaula del encierro.
Ahora es un lugar común y bello.
No es más tu tumba. No es un vacío.
No hay incertidumbre. Todo es claro.
Sigues por la vereda y te ciegas.
La bella travesía te lleva sin remedio.
No te deja pensar y pasa el tiempo
Das con tu meta, al final del mismo
Donde ya nada es claro.
No eres el cuerpo elegido,
Ni la respuesta, ni el memorable.
Sólo las letras que, además de tu nombre,
contienen el símbolo mortal.
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