NOTA: Éste escrito es de Julio del 2011
Soy mexicano, como tal, me siento orgulloso de cualquier logro de mis connacionales, mi alegría por ese triunfo ajeno, y a la vez propio, es mayor según yo considere el nivel de dicha consecución.
En mi país, el futbol es el deporte más importante, tan importante que rebasa la esfera deportiva y se entromete en la vida diaria de la mayoría de los mexicanos. Es un país de afición arraigada, en dónde el resultado de un partido de futbol, puede influir fuertemente en los sentimientos de las personas, en dónde se le da un valor prioritario sobre muchas cosas, que de manera evidente son más importantes y relevantes.
Hoy, 10 de Julio del 2011, una selección de chavos mexicanos, cuyas edades oscilan entre los 16 y 17 años, ha conseguido ser campeona del mundo en la categoría infantil del campeonato mundial que organiza la FIFA. Debo aceptar que este hecho me ha llenado de una satisfacción enorme, de un orgullo tremendo. A muchas otras personas les han causado sensaciones similares, quizá hasta superiores a las que yo he sentido, la gente ha olvidado sus frustraciones y su pobreza, tal vez engañada o manipulada por una maquiavélica mercadotecnia… pero al fin, ¡feliz!
Y más me conmueve escuchar a estos chavos, que quizá no se han dado cuenta de lo que significa este título de campeones para nuestra nación, agradecer a sus padres, amigos u otros familiares, llorar de emoción, esas sensaciones que sólo se sienten por obtener el fin último, la meta lograda, el sueño hecho realidad, de cada uno de ellos y de muchísimas almas más, que nunca olvidarán que se ha puesto en alto el nombre de nuestro problemático país, que no hemos sido más humillados y ocupamos un lugar privilegiado en este deporte tan menospreciado y repudiado por algunos, pero de un valor tan entrañable para muchos tantos más.
Es tiempo, mis amigos, de dejar de poner nuestra felicidad en las manos de otras personas, que si bien son un ejemplo de esfuerzo y sacrificio, no nos otorgarán más que una felicidad pasajera, un buen recuerdo, una gran anécdota, pero nada tangible ni concreto. No nos alimentará el cuerpo, ni nos vestirá, ni nos dará un buen trabajo o un logro personal, pero creo que sí es un motivante, tal vez no nos ha quedado claro que el mexicano no es inferior a ninguna otra persona de distinta nacionalidad, tal vez no nos damos cuenta que podemos ser más productivos, que podemos ser más exitosos, más proactivos, en fin, mejores personas.
Creo que el futbol es un lugar común entre los mexicanos, en el futbol, ya sea para bien o para mal, podemos encontrar ese mensaje de esperanza, y a través de él, darle un mensaje a todo la gente que gusta de este deporte. Quiero pensar, que nuestra próxima meta no es la de encargarle a otra selección nacional conseguir otro título en el futbol, quiero pensar que nuestra próxima meta, es la de triunfar en nuestra vida personal, tanto profesional, familiar y en nuestras relaciones, quiero pensar, que el logro de estos jóvenes, nos pegue en nuestra realidad.
Siempre me sentiré orgulloso si un mexicano triunfa y es reconocido como un triunfador, de igual manera me gustaría que, cómo en el futbol, nos enorgulleciéramos de otros logros de nuestros compatriotas, tanto en el terreno deportivo, en sus distintas disciplinas, como en el científico y el artístico, darnos cuenta que el mexicano no es sólo futbol, ni sólo cerveza, ni sólo albures. El mexicano es una persona tan capaz como cualquiera, ni más ni menos, y cuyo potencial no ha sido desarrollado por ciertos vicios que aquejan a nuestra sociedad, pero que definitivamente son subsanables. Nuestra tarea es comunicárselo a nuestros jóvenes, ya hemos visto el día de hoy, con un ejemplo tan claro y tan acaparador, y no lo hemos visto otros días, no hemos estado informados de otros logros de mexicanos, que sin embargo están ahí, en ramas distintas a la deportiva.
Hay que voltear a ver todo lo bueno que emana de nuestra nación, hay que sentirnos orgullosos del reconocimiento mundial y de los aportes que han dado, y seguirán dando, muchos de nuestros talentos nacionales. Más importante aún, hay que intentar trascender como personas, trascender como sociedad, trascender como país, hay materia prima, hay manera de encausar el talento, pero nos falta voluntad, nos falta creer en nosotros.
Una felicitación para ese grupo de jóvenes mexicanos, que hoy han logrado algo grande para sus vidas, y que afecta directamente la de los mexicanos, de igual manera felicito a todos los mexicanos que han logrado trascender nuestras fronteras por alguna gran consecución, y también a los que sin ser reconocidos fuera de nuestro país, dentro de nuestras fronteras han logrado grande. Felicito a todas las personas que con el esfuerzo de día a día, con la búsqueda de desarrollar su potencial, de aportar a su comunidad, de triunfar en la vida, han logrado triunfos distintos, quizá no tan reconocidos y memorables, pero que para mi país y para el mundo, son tan útiles como los otros.
Felicidades a los mexicanos y a todos los demás, viva México, viva su gente, y su grande y peculiar cultura. Soy privilegiado de pertenecer a este país, Asumo mi responsabilidad como ciudadano. Asumamos todos dicha responsabilidad. Crezcamos como país, Sintámonos orgullosos de nosotros en lo personal y en lo colectivo; de nuestra familia, amigos y que quede espacio para el futbol.
Gracias a esta selección por brindarnos este momento de alegría. Han escrito sus nombres en letras de oro y han puesto el nombre de México en alto.
Disfruten este momento, festejen. Han logrado algo grande.
Y una vez más. Felicidades.